..................................Cambiando Paradigmas .... Psicóloga. Verónica D. Montes ................

lunes, 27 de junio de 2011

La Rueda del Arco Iris..promesa de Paz entre todas las Naciones

"Rueda del Arco Iris, dadora de vida
Con sus lluvias purificadoras uniendo todos los colores,
los Hijos de la Tierra volverán a andar en Paz
Rueda del Arco Iris, anuncias que tus Guerreros ya están en pie.
Las hermanas y hermanos en armonía con tu luz en sus ojos.
Rueda del Arco Iris toca  nuestros corazones, y  volaremos.
Juntos.., nuestros colores rodaràn piando en el cielo.”



(Entre los Navajos y los Hopis, la Diosa de la Rueda del Arco Iris es la portadora de las lluvias amigas que alimentan las Tres Hermanas ( Maíz, Calabaza y Fríjol) durante el verano, para que el Pueblo también pueda ser alimentado. Vemos muchas veces una imagen de la Rueda del Arco Iris servir como tema para pintura en la arena, un antiguo Arte de Cura Sagrada empleado por los Clan de Sanadores de estas Naciones.La Diosa de la Rueda del Arco Iris llega de todas las Cuatro Direcciones y gira como una swástica, de manera a cubrir todas las direcciones. El lado de fuera del Circulo Sagrado es protegido por otra Diosa de la Rueda del Arco Iris, que se inclina en el Espacio, creando con su propio cuerpo un cáliz que recoge la lluvia y protege todo el círculo. Sin las bendiciones de la Lluvia, las tres hermanas morirían y el Pueblo no podría mas continuar  ser alimentado)

La Rueda del Arco Iris representa la promesa de la Paz entre todas las Naciones y entre todos los Pueblos. La Raza del Arco Iris viene a  reforzar la igualdad entre las naciones y se opone a la idea de una raza superior que controlaría o conquistaría otras razas. La Raza del Arco Iris viene para traer Paz, a través de la conciencia de que todas las razas constituyen en verdad una raza sola. El Arco Iris encarna la idea de la Unidad de todos los colores y la idea de que todos los credos deben trabajar juntos, por el bien común. Cuando todos los Caminos que conducen a Totalidad fueren respectados por todos los pueblos, la profecía del Arco Iris estará siendo cumplida.

En el tiempo en que viví en el México y trabaje con las Abuelas, junto a la sociedad del Búfalo de la Dimensión de los Sueños, o con la Fraternidad Femenina, descubrí que muchas profecías derivadas de Videntes o Soñadores habían conservado a través de los Tiempos. La profecía de la Rueda del Arco Iris, como ejemplo, es bastante clara.

"Cuando el Tiempo del Búfalo estuviera por llegar, la tercera generación de niños de los ojos blancos dejará crecer sus cabellos, y comenzará a hablar del Amor que iba traer la sanacion para todos los hijos de la Tierra. Estos niños buscarán nuevas maneras de comprender . Usaran  collares de cuentas, y pintarán su faz. Buscarán los Ancianos de nuestra Raza roja para beber de la fuente de su Sabiduría. Estos niños de ojos blancos servirán como señal de que nuestros ancestros están retornando en cuerpos blancos por fuera, pero rojos hacia adentro. Ellos aprenderán caminar en equilibrio en la superficie de la Madre Tierra, y sabrán llevar nuevas ideas a los jefes blancos. Estos niños también tendrán que pasar por pruebas, como ocurría cuando eran Ancestros rojos. Serán usadas sustancias poco comunes, como Agua de Fuego, como ejemplo, para observar si continuarán el caminar firmemente adentro del Camino Sagrado.
La generación de los hijos de la Flor atravesarà esta parte de la profecía y algunos de ellos conseguirán permanecer adentro del Camino Sagrado. Otros se perderán por alguno tiempo y rfetornaràn  al camino de forma más armoniosa. Algunos olvidarán los altos ideales que los alimentaban cuando su corazón era joven,  otros despertaràn para retornar al Camino de la Sabiduría"

La abuela Cisi me miraba  con sus ojos espejados, sus palabras me calaban fondo; ella hablaba de la Profecía del Arco Iris y yo sentía mi corazón por veces apretado, por veces llenandose de Amor y de Esperanza. Ella hablaba de la vuelta del Búfalo a la Isla de Tortuga (América), y de cómo nuestros rebaños volverían a ser numerosos.

Después el Retorno del Búfalo, la generación que se seguiría a de los hijos de la Flor viviría el Amanecer del Quinto Mundo da la Paz. Esto Quinto Mundo es llamado por los indios de pônei vacilante (nt. Pônei = caballo pequeño) que luego al nacer tentaría  afirmarse en sus patas. Ella declaró que esto movimiento vacilante seria sentido por la Madre Tierra, y que ocurrirían cambios en el sol y en las aguas. Esto movimiento provocaría un nuevo tipo de emociones y de sentimientos entre los hijos de la Tierra, y que apresaría los cambios. Muchos sueños coloridos serían trazados para el Tiempo-de-Dormir y para el Tiempo-de-Sueño de estos nuevos Guerreros del Arco Iris, y ellos aprenderían de nuevo a Caminar en Equilibrio... Los cambios ocurridos en nuestra Madre Tierra traerá miedo a  sus niños, pero mas temprano conducirían la Conciencia de la Unidad, en el seno de un-solo-Mundo, un-solo-Pueblo"

la Abuela Berta se divertía toda vez que llegábamos a esta parte de la Profecía, porque mis ojos se agrandaban como si fueran faroles y yo no conseguía quedarme parada un solo momento. Entonces Abuela Berta pedía que Abuela Cissi parase de contar la historia por aquel día y me  dejaba en expectativa hasta el  otro día. Finalmente Abuela Cissi recomenzaba y me daba palmadas en la rodilla, para  que yo le prestara más atención . Ella sentía que mi mente giraba en torno de mis propias proyecciones. Yo quería saber todos los detalles. Tenia 22 años en esa  época y era muy impaciente,  conseguí  controlarme para que ella pudiese continuar.

"La Rueda del Arco Iris surgirá para todos aquellos que estuviesen listos para verla. bajo la forma de un Círculo del Arco Iris completo en torno del sol con blancas luces brillantes apuntando hacia las Cuatro Direcciones. El Perro del Sol es un fenómeno natural raro y fue bautizado así por los Nativos Americanos. El nombre, ahora, es usado por los científicos del mundo entero. Muchos Perros del Sol serán vistos cuando se aproxime el Tiempo del Búfalo Blanco. Este será el lenguaje que el Cielo usará para  hablar que ya llegó el momento de los Enseñamientos Secretos y Sagrados entre todas las razas. Muchos hijos de la Tierra despertarán para asumir la responsabilidad de los enseñamientos y los proceso de Cura Planetaria comenzará a tener nuevo impulso"

Abuela Berta sonreía con una mirada distante, sabiendo que ya estariá en la Estrella Azul del Espiritu cuando llegase el Tiempo del Búfalo Blanco, Abuela Cissi también ya estaría en el Acampamento del Otro Lado, pero las dos me prometerián que cuando sonarìa la hora cierta para divulgar estos enseñamientos, estarían a mi lado, ayudandome.
Las Abuelas también me hablaban de los cambios que los hijos de la Tierra sufrirán durante ese movimiento vacilante – o Proceso de Cura – en el momento en que las Ruedas del Arco iris girasen en sus sueños.

Ellas declararán:
“Muchos Hijos de la Tierra pasarán a recordar  los objetivos de esta Caminada por la Tierra y aprenderán a desenvolver sus dones para poder auxiliar a la humanidad. La Verdad disolverá los nudos de la separación y la Bondad prevalecerá. Algunos detalles acerca de los cambios que ocurrirán en la Tierra vendrán en Sueños. Algunas personas recibirán señales indicando que deberán mudarse para hogares mas seguros. Otras serán informadas que su ayuda será necesaria en determinados hogares en que ocurrirán los cambios. Todos deberán confiar en su visión personal y deberán ser capaces de utilizar sus dones alegremente, y sabrán cual es su papel específico adentro de este gran Rueda Universal. Los otros enseñamientos de la Profecía de la Rueda del Arco Iris solo serán transmitidos, cuando más personas ya estuvieran despertado para su potencial interno.”

En nuestra tradición Séneca fue Abuela Twylah quien me enseñó los diversos usos del Circulo del Arco Iris de Paz. Cuando estuvimos enfrentando alguna dificultad, pudimos usar  la Rueda del Arco Iris de la Paz, visualizando en torno de la  situación, de las personas  y del  motivo de la desarmonizacion. Después, parpadeamos (nt: abrir y cerrar) los ojos alegremente, haciendo con que toda aquella imagen sea envolvía por la Paz Interna. Pudimos aún usar esta técnica junto con otros ritos, colocando nuestros objetivos adentro de la Rueda del Arco Iris de la Paz.

Los nuestros objetivos son inspirados en la Tradición de la Confederación de la Paz Iroquesa, que utiliza los Doce Ciclos de la Verdad para que la Paz se manifieste. Los Doce Ciclos de la Verdad son: Aprender la Verdad, Honrar la Verdad, Organizar la Verdad, Presentar la Verdad, Amar la Verdad, Servir la Verdad, Vivir la Verdad, Trabajar la Verdad, Caminar con la Verdad, Ser Grato por la Verdad...

La Rueda del Arco Iris da Paz destruye las mentiras que hicieran los Hijos de la Tierra desconfiando unos de los otros y substituye la ilusión de la separación por la afirmación de la Totalidad. Cuando la Diosa de la Rueda de lo Arco Iris de los Navajos e de los Hopi venga a  bendecir la Madre Tierra con las lluvias de la purificación y de la regeneración, sus hijos también serán sanados y purificados... Así que el Arco Iris de la Paz de los Sénecas conseguira envolver el Espacio Sagrado de cada persona, todos pasarán a Caminar en Verdad, respetando lo Espacio Sagrado de los otros individuos, y la Armonía volverá a reinar en nuestro Planeta. Estos Sistemas de Sabiduría son fundamentados en los enseñamientos de los Guerreros del Arco Iris – la hermanas y hermanos que trabajan por la Unión del Quinto Mundo y pelean por la victoria de la Paz en el Planeta.

Nota:
(Fuente: Las Cartas del Camino Sagrado – Jaime Sans – Ed Rocco
Traducción libre: »k«)

Las 13 Abuelas Guardianas de la Tierra



Hubo un tiempo en que los ancianos eran respetados y admirados por su experiencia. A ellos se acudía a pedir consejo; ellos tenían casi la última palabra dentro de las familias. Pero hoy en la mayoría de las sociedades occidentales la estructura familiar ha cambiado: se ha reducido drásticamente y es cada vez más rara la convivencia de tres (o más) generaciones en un mismo espacio. El rol de los abuelos se limita, en muchos casos, a cuidar a los nietos que sus propios hijos no pueden atender por las jornadas extensivas de trabajo. Nuestra sociedad rinde culto a la juventud (aparente o real) y a la novedad, en detrimento de la senectud y la sabiduría atesorada. ¿Quién nos orienta, entonces? ¿Cómo encontrar esta voz de la experiencia?
La respuesta llega de los que siguen viviendo en contacto estrecho con la Naturaleza: los grupos indígenas. Entre los indios americanos, las tribus africanas y de la Amazonia, los pueblos del Ártico o las comunidades espirituales del Tíbet, los ancianos son ejemplo, apoyo y mando. De entre estos ancianos, además, han sido las mujeres las que se han puesto en marcha para lo que consideran una tarea de vital importancia: aportar su experiencia para sanar un mundo que ven doblegado por el hambre, las enfermedades, las guerras, la falta de diálogo y la muerte lenta de la Naturaleza.

Las  Abuelas,  son un consejo de 13 mujeres indígenas de todo el mundo reunidas para una múltiple vindicación: por el valor de los ancianos, por el respeto a la mujer, por la preservación de sus culturas y por la salvación de la Tierra y de todos los seres que la habitan.
Cuentan para ello con medios casi exclusivamente espirituales: las Abuelas poseen la sabiduría que puede curarnos, basada en su contacto directo con la Naturaleza y en las enseñanzas transmitidas de generación en generación. Enseñan a hacerle frente al desconcierto actual y la enfermedad con la fe, la tradición y la medicina natural. Desde siempre, lo han hecho en sus zonas de origen; desde hace apenas un año, trabajan para todo el planeta en el Consejo Internacional de las Trece Abuelas.

El comienzo de la marcha
Fue Bernadette Rebienot, una bwiti con 23 nietos, la que un día visualizó el nacimiento del Consejo de Abuelas. En su Gabón natal, las reuniones de las ancianas en la selva para orar por la paz y el bienestar del mundo son habituales. Esta visión se materializó cuando Bernadette coincidió con Jyoti, una psicóloga clínica y guía espiritual estadounidense que viajó a África para estudiar con ella. Al comprobar que ambas coincidían en su visión, Jyoti movilizó a su organización, el Center For Sacred Studies (CSS), para hacer realidad el Consejo. Jyoti, Lynn Schauwecker, Ann Rosenkranz y Carole Hart, todas del CSS, organizaron tanto la reunión de las Abuelas como el Global Women’s Gathering (Encuentro Planetario de Mujeres), celebrado en octubre de 2004 en Fenicia, Nueva York, en el que las abuelas indígenas y otro nutrido grupo de abuelas occidentales debatieron los retos del sistema social actual.

Sus conclusiones sobre cómo curar al mundo de la opresión, cómo mantener el equilibrio de la Madre Tierra y preservar las culturas mediante el retorno a la sostenibilidad, el respeto a los mayores y a la sabiduría tradicional, las empujó a crear el Consejo Internacional de las Trece Abuelas Indígenas, auspiciado por el Center For Sacred Studies, para expandir su sabiduría con fe y esperanza: «Representamos una alianza global de plegaria, educación y formación para nuestra Madre Tierra, todos sus habitantes, todos los niños y para las generaciones venideras». De hecho, su intención de recuperar esta voz de la experiencia femenina es una labor a largo plazo que, esperan, hará perdurar su saber protector a los descendientes de los próximos siglos. Lo importante es dar a conocer sus intenciones tanto a la clase política como a todos los ciudadanos del mundo. Unas intenciones que se definen en la Declaración de las Abuelas, elaborada durante del Encuentro planetario de mujeres: «Somos trece abuelas indígenas unidas por una visión común. Venimos aquí desde la selva amazónica, del círculo polar ártico norteamericano, de los grandes bosques del noroeste de Estados Unidos, de las montañas de América Central, de las Black Hills de Dakota del Sur, de las montañas de Oaxaca, del Tíbet y de las selvas tropicales de África Occidental. Creemos que nuestras ancestrales formas de rezar, de reconciliación y sanación son necesarias hoy. Nos reunimos para educar a nuestros hijos; conservar las práctica de nuestras ceremonias y afirmar el derecho para usar nuestras plantas medicinales libres de restricciones legales; proteger las tierras donde nuestros pueblos viven y de las que dependen; para salvaguardar la herencia colectiva de la medicina tradicional y defender la Tierra en sí misma. Creemos que las enseñanzas de nuestros antepasados iluminarán nuestro camino por un futuro incierto».
Desde la primera reunión, el mensaje de las Abuelas se ha podido escuchar en varios actos, como el segundo encuentro del Consejo en Pojoaque Pueblo (Nuevo México, EEUU) y los intercambios culturales y rituales en California y la Amazonia brasileña, en primavera y verano de 2005, respectivamente. El tercer encuentro del Consejo se celebrará en Oaxaca, México, esta primavera. A continuación, resumimos este saber sanador en las palabras de tres de las Abuelas: Bernadette Rebienot, Flordemayo y Agnes Baker-Pilgrim.

Secretos de la naturaleza
Bernardette nació en Libreville, donde ha tenido 10 hijos y ha trabajado como profesora y coordinadora de escuela. Además, es sanadora, maestra del rito Iboga Bwiti y de la Women’s Initiations. Desde las selvas tropicales de Gabón, cuenta: «Nuestro planeta está enfermo por los interminables estragos causadospor la gente, la contaminación, la deforestación, los abusos de poder, los celos y el odio. La Tierra sufre de horribles guerras que transforman a la gente en monstruos. Además, están las pandemias: el sida, la malaria, el cáncer y otras plagas. Estas importantes enfermedades se agravan con el hambre, una pobreza que va en aumento: por la muerte de ideas y culturas y por el desprecio y el rechazo del prójimo, que señala el retorno de todas las formas de discriminación. Hemos perdido nuestro camino. La naturaleza nos lleva hablando desde hace ya algunos años y manifiesta su rabia con terribles y precisas catástrofes, usando el aire y el agua, mortíferos fuegos y olas de calor.

»He estado al servicio de las personas desde joven como doctora tradicional y sanadora, pero donde encuentro vida es en la selva. Es aquí donde todavía sé como convertirme en un todo con un paisaje lleno de miles de misterios. La selva no absorbe mi ser. Todo lo contrario, me permite capturar los secretos de lo invisible, de los que somos depositarios. Creo que pronto estos secretos se convertirán en valiosas brújulas para la Humanidad. Escuchando los secretos de la selva, he elaborado remedios. He aprendido sobre la fragilidad y la infinita pequeñez de la Humanidad, la vanidad de nuestros excesos y la efímera naturaleza de nuestra existencia. Me han enseñado la fuerza de la paz y de las familias unidas. La Humanidad debe reconciliarse con la naturaleza. Los pueblos del futuro no serán aquellos que creían únicamente en la lógica, en el reino de los números y en el capital, sino aquellos que hayan entendido que la red de la sociedad del mañana reside en el respeto y la consideración por el prójimo. Así el diálogo reemplazará a la guerra».

Unión de plegarias
Agnes Baker-Pilgrim es la mujer viva más vieja de los indios del río Rogue, los takelma bamd de los grandes bosques al sur de Oregón, EEUU. Su tribu la considera una leyenda viva, la embajadora de la MadreTierra. «En mi pueblo se ha pasado una historia que cuenta que la única obligación que nos dejaron los antepasados fue rezar, por lo que me convertí en una oradora. Viajo a países diferentes siendo una voz para los que no la tienen. Todas las cosas creadas necesitan una voz. Se me pide que rece por los tigres de Bengala, por los animales de África, por los lobos, por el salmón y por el río Ganges de la India. Fui a Australia para rezar por el río Murray-Darling y su contaminación y también lo hice por los cóndores y ahora están regresando a Oregón, después de haberse ido hace unos 200 años. Mi tribu me envía a regiones que necesitan oraciones y bendiciones. Se me envía a bautizar un barco, a derrumbar edificios, a prestar testimonio en lugares protegidos y a luchar por la vida de plantas únicas. Me han llamado para dirigir plegarias y parar talas completas o para ser grupo de presión en Washington y de este modo salvar nuestro lugar sagrado, Siskiyou, aquí en Oregón, que tiene flora que no crece en ningún otro lugar de la Tierra. Hasta el momento, lo hemos conseguido y continuaremos luchando. Como miembro titular de mi tribu, las Tribus Confederadas de los Indios Siletz, he luchado por mejoras en cultura y tradiciones. He estado a las puertas de la muerte. Sobreviví a un cáncer en 1982. Le pedí a mi Creador que me salvara porque me quedaba mucho por hacer. El Creador ha respondido a muchas de mis plegarias y yo reparto bendiciones porque se me ha permitido ser una mediadora.

»Ya es hora de que unamos nuestras oraciones a las de todos los pueblos de la Tierra. Juntos podemos acabar con los abusos a mujeres y niños, el hambre, la falta de protección de nuestras plantas medicinales y el consumo de drogas. Podemos estar unidos sin que importe cuáles sean nuestras creencias religiosas o espirituales. Podemos estar unidos y luchar por salvar nuestra Madre Tierra y rescatar nuestra propia existencia. Estamos todos juntos en esta ‘canoa agujereada’ por lo que debemos ser fuertes y seguir hasta que nuestros corazones toquen tierra».

Ser honrados
Más al sur, entre la frontera de Nicaragua y Honduras, la indígena maya Flordemayo aprendió de su padre, chamán, y de su madre, sanadora, las costumbres y los métodos de curación de su pueblo. La honradez y la libertad de espíritu son los pilares de su mensaje: «Nunca me he preguntado qué he venido a hacer a este mundo. Siempre había entendido mi objetivo a través de mi diálogo personal con el espíritu de mis antepasados, mediante visiones y sueños. Crecí aprendiendo a interpretar sueños. Era obligatorio en mi familia. La Asamblea de las Abuelas estaba ya escrita en piedra para mí: era mi destino. Había oído hablar de ella en las profecías del pueblo maya y también me fue otorgada una visión directa de que la Asamblea se iba a reunir. Elegí aceptar un puesto en la Asamblea porque sentí que somos muchos en el mundo los que hemos perdido el contacto con lo básico. Las mujeres llevan más toxinas en sus cuerpos ahora que nunca. Es esperanzador volver a enseñar a la gente a cultivar y sobrevivir. Estamos reaprendiendo a cuidar la Madre Tierra. Con esto, permitimos que el espíritu de las plantas y las aguas sagradas nos sanen.

»Creo que la tierra y los elementos tienen la capacidad de autocurarse. Quizás no ocurra durante nuestra vida, pero todo lleva su tiempo. Vivimos bajo una ley sagrada: la vida es un círculo. Nada está oculto, y siempre hay una razón para que las cosas ocurran.

»Creo que la sanación del mundo es posible. Pero como para todo, se va a necesitar un buen grupo de gente que lo crea para hacerlo una realidad.

»El mejor modo de continuar curándonos a nosotros mismos es honrar a nuestros espíritus libres. Honrándolos, nos volvemos indulgentes y, con ello, comprensivos y cuando somos comprensivos, nos volvemos honrados y entonces podemos continuar con nuestras vidas. Tenemos que encontrar también nuestro propio camino individual. Nos costará todauna vida conseguirlo, pero es necesario».


La profecía del Tambor
El Tambor de la Abuela es uno de los instrumentos del Consejo. Fue construido en el año 2000 a partir de una visión de las indígenas de Alaska para convertirlo en el símbolo de su misión.
Tiene 200 cristales en su base en forma de tetera de unos dos metros de diámetro, y viaja por todo el mundo como un símbolo de unión universal.
Dicen que su sonido mueve almas y corazones. Su centro de piel de búfalo emite un estruendo clave para curar el mundo en la próxima década.
Las Abuelas recorren con él el Anillo de Fuego geológico de nuestro planeta, un fuego que si se activa, según la profecía de las Abuelas, renovará la voluntad global de reconciliación y de paz.

Nota: (Fuente del texto: La Revista Integral)

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