Año
tras año, es mayor el número de personas que reciben una educación
sistemática y, en términos generales, esa educación se perfecciona cada
vez más.
El resultado, la marcha del progreso de la humanidad a lo largo de los siglos.
Y sin embargo, hay un asunto fundamental que, incomprensiblemente, se
ha pasado por alto. Hay algo de vital importancia que no ha sido
enseñado sistemáticamente hasta nuestro tiempo.
Hasta ahora se han enseñado conocimientos, pero no se ha enseñado a pensar.
Se ha enseñado incluso dónde y cómo encontrar todo tipo de
conocimientos, pero no se ha enseñado la manera de combinar
conocimientos para obtener otras ideas.
Se han enseñado las reglas del pensamiento lógico, pero no se ha enseñado las de la producción de pensamientos nuevos.
Se ha enseñado cultura, pero no se ha enseñado originalidad.
Se ha enseñado los frutos de la inteligencia, pero no se ha enseñado a tener más inteligencia.
En lo que se refiere al tesoro más importante que poseemos en la
tierra, el pensamiento humano, a lo largo de los siglos a las gentes se
les ha dado peces, pero no se les ha enseñado a pescar.
No es
suficiente con enseñar conocimientos de diverso tipo, bien sean
generales o específicos, si no se enseña también cómo adquirir una mayor
capacidad mental para entender mejor, para pensar mejor, para Crear
mejor.
Se ha enseñado cultura, pero no se ha enseñado originalidad.
Se ha enseñado los frutos de la inteligencia, pero no se ha enseñado a tener más inteligencia.
En lo que se refiere al tesoro más importante que poseemos en la tierra, el pensamiento humano, a lo largo de los siglos a las gentes se les ha dado peces, pero no se les ha enseñado a pescar.
No es suficiente con enseñar conocimientos de diverso tipo, bien sean generales o específicos, si no se enseña también cómo adquirir una mayor capacidad mental para entender mejor, para pensar mejor, para Crear mejor.