..................................Cambiando Paradigmas .... Psicóloga. Verónica D. Montes ................

Los cinco elementos, los cuatro cuerpos... herramientas pedagógicas para una educación del tercer milenio..

los cuatro cuerpos del ser humano son:
1.      El cuerpo físico
2.      El cuerpo emocional
3.      El cuerpo mental
4.      Y el cuerpo espiritual.
Explica JaneAnn Dow: El cuerpo no físico, es decir el cuerpo etérico, está conformado por movimientos y el flujo de la energía. Consiste en tres cuerpos de energía separados y distintos – emocional, mental y espiritual- cada uno de los cuales tiene colores característicos y, lo que es mas importante, un patrón geométrico.
El sistema completo del sistema etérico está anclado en el cuerpo físico que es nuestro vehículo de expresión física. El cuerpo físico es el actor en el escenario, en el que interpreta las escenas del libro de la vida. La información sensorial las ideas y las reacciones emocionales que derivan de la experiencia, están todas almacenadas en la memoria, a nivel celular. Toda esta energía absorbida es aceptada imparcialmente, incluyendo perturbaciones del pensamiento o sentimiento, de modo que hay una continua aceptación física de mensajes e ideas conflictivas, de reacciones emocionales que generan conflictos con la gente y las situaciones, y el simple desafío de supervivencia. El estrés que generan estas experiencias, saturan el cuerpo físico y finalmente se registran como desequilibrio o enfermedad.
La vida se vuelve físicamente dolorosa. La ira y el miedo a veces, resultan el aislamiento tan característico debido a la enfermedad. Cuando esto sucede, el quiebre físico ha establecido una respuesta emocional. Por lo tanto, todo el sistema del cuerpo físico y de luz estimula y reacciona aun estrés cuyo origen se ha olvidado hace mucho, ¿o no?
El cuerpo físico es un reflejo del patrón del cuerpo etérico. Si el cuerpo físico retiene cada pensamiento y de cada acción de la memoria celular, podemos asumir que también nuestra historia se grava en nuestro patrón de luz. Y esa historia es la que constituye nuestro ser total.
Es el cuerpo emocional el que se muestra como el “aura” aunque la luz realmente acompaña a todos los cuerpos. Refleja la energía de nuestras respuestas emocionales al mundo que nos rodea, a los pensamientos que se reciben del cuerpo mental, y a nuestras percepciones y patrones espirituales. El patrón aquí no es estático, sino que cambia con cada pensamiento y sentimientos, aunque estos sean pasajeros.
El cuerpo mental, este sustenta nuestro sistema de creencias, todo el conocimiento derivado de experiencias no sólo de esta vida sino de otras, así como nuestra sabiduría innata. El cuerpo mental puede percibirse intuitivamente como un arreglo tridimensional de cuadrados y rectángulos cuya estructura en realidad nos recuerda a un chip de computadora. Los colores que predominan son matices tenues de azul, violeta y dorado: paz mental, intuición y sabiduría. El cuerpo mental es el que en realidad modela nuestro comportamiento. Expresamos lo que creemos de nosotros mismos y de nuestro mundo. Muchas de estas creencias se basan en lo que aprendimos de chicos y se basan en el modelo aun cuando sean obsoletas. Modelos obsoletos que aunque no seamos consistentes de ello, puede crear un conflicto en el sistema de creencias que el cuerpo emocional percibe como angustia y el cuerpo físico recibe como tensión.
El cuerpo espiritual aloja el molde del alma y el plan maestro para nuestras vidas. Una vez que accedemos al plan maestro en el patrón de nuestro cuerpo etérico, se hace claro que poseemos el control de nuestras vidas. El mundo puede ser un escenario,  como dijo Shakespeare, pero nosotros no somos meros actores. Somos directores, libretistas, gerentes de producción y también nos ocupamos del vestuario. No estamos a merced de un futuro predeterminado que se encuentra más allá de nuestro alcance y nuestra comprensión. Estos límites externos de nuestra energía y conciencia son una parte del proceso que crea lo que percibimos como realidad. Y tenemos la capacidad de acceder a estos patrones de vida y cambiarlos, en tanto nos mantengamos fieles al Propósito del guión original.
- Lo Físico es el instinto, sensaciones físicas. Corresponde al elemento Tierra. “Hago”.
- Lo Emocional es los sentimientos. Las emociones, como me siento. Corresponde al elemento Agua. “Siento.
- Lo Mental es los pensamientos. Corresponde al elemento Aire. “Pienso”.
- Lo Espiritual es la intuición,  la conexión con el ser superior. Corresponde al elemento Fuego. “Me conecto”.
- El quinto elemento es el Eter o Amor.
Básicamente, se trata de sentir el cuerpo “como dentro de las cuatro funciones”: sensaciones, sentimientos, pensamientos e intuición. El cuerpo nos “centra”, y nos permite simplemente tomar conciencia de todos los cuerpos como una unidad. Por eso es importante “sentir bien” a nuestro cuerpo y saber escucharlo (¡Más que estar pensando, o atender a nuestras emociones todo el tiempo!) para no desconectarnos de la Tierra, del presente, del aquí y ahora y de nuestro Propósito.

Elemento Agua
 Es el elemento de los sentimientos, las emociones, el amor,  los sueños, el inconsciente y el poder de la intuición. Nos dice de los deseos y de los temores ocultos en el fondo del agua. Trabajar con el agua es atreverse a sumergirse y descubrir lo que existe en el fondo de nuestro interior.
El elemento agua está relacionado con la espiritualidad, la meditación, la canalización y la imaginación creativa. La literatura y la pintura nos ayudan a entrar en contacto con el elemento agua, percibiendo la realidad de otra manera.

Correspondencias del agua.
Elementales: Ondinas.
Rey elemental: Niksa.
Dirección: Oeste.
Colores: Azul y plateado.
Herramientas: Copa, cáliz,  aceites rituales, espejo, conchas y caldero.
Instrumentos musicales: palos de agua, platillos, instrumentos de bambú.
Piedras: Aguamarina, turmalina azul, cuarzo blanco o transparente, amatista, coral, perla, piedra de la luna, lapislázuli.
Metales: Mercurio y plata.
Árboles sagrados: Sauce, saúco, tejo, vid, manzano.
Animales: Gato, rana, tortuga, peces, ballenas, caballito de mar, víbora de mar.
Signos astrológicos: Cáncer, Escorpio y Piscis.

Elemento Tierra  
Este elemento es el primero y el último en el círculo energético. De la tierra provenimos y a ella regresamos. Es el elemento de la nutrición, de la seguridad, la protección la estabilidad y la disciplina. Trabajar con la tierra significa poseer de paciencia para aguardar tranquilamente el justo momento para todo. Los bosques, selvas, playas y desiertos no se forman en un día y su creación y crecimiento requiere de tiempo, constancia y perseverancia. Despertar a los seres elementales de la tierra en nuestro interior, significa crear un espacio, fértil, pacífico, seguro y nutritivo en el espíritu.

Correspondencias de la tierra.
Elementales: Gnomos.
Rey elemental: Ghob.
Dirección: Norte.
Colores: Verde y café.
Herramientas: sal y arena.
Instrumentos musicales: Tambores y todo tipo de percusiones.
Piedras: Ágata, azabache, jaspe verde, ojo de gato, turmalina verde y negra, turquesa.
Metales: Plomo.
Árboles sagrados: Fresno, olmo, ciprés, madreselva y espino.
Animales: Araña, perro, caballo, gusano, vaca, roedores.
Signos astrológicos: Tauro, Virgo y Capricornio.

Elemento Fuego
Este elemento nos trae la fuerza, la valentía, el coraje y la pasión por la vida. Es su energía que nos motiva a actuar, a levantarnos con cada nuevo día y a trabajar. El fuego interior nos impulsa a buscar nuevos caminos, enfrentar nuevos desafíos y correr riesgos. Al trabajar con el fuego nos sentimos vigorosos, entusiasmados, optimistas y creativos, la danza activa al elemento fuego, nos conecta con la alegría de vivir y con la fuerza interna. El fuego puede convertirse en una experiencia avasalladora, arrebatada y desenfrenada.
Su naturaleza es inesperada, nos impulsa a guiarnos por nuestros instintos, actuar sin pensar y lanzarnos a la aventura sin medir las consecuencias.

Correspondencias del fuego
Elementales: Salamandra.
Rey elemental: Djin.
Dirección: Sur.
Colores: Rojo.
Herramientas: Athame, espada, velas, carbón, hoguera.
Instrumentos musicales: Todos los de cuerda – guitarras, arpas, violín.
Piedras: lava, obsidiana, ojo de tigre, ónice, pedernal, rubí, topacio, jaspe rojo, ámbar.
Metales: Bronce y oro.
Árboles sagrados: serbal, fresno, espino, roble, pirúl.
Animales: abeja, serpiente, camaleón, cocodrilo, oso, iguana, león.
Signos astrológicos: Aries, Leo y Sagitario.

Elemento Aire
Es el encargado del pensamiento y la palabra; nos inspira, aconseja y agudiza nuestra mente. Los grandes descubrimientos, los inventos y las creaciones musicales fueron inspirados por el elemento aire.
Su vehículo es el viento, las fragancias y las notas  musicales. Evocan en nosotros recuerdos ancestrales y nos llevan a encontrar nuevas realidades. Todo cuanto existe tuvo que ser pensado primero para cobrar vida posteriormente en el plano físico.
El aire es el elemento de las ideas, la elocuencia, el movimiento dirigido hacia metas claras, la comunicación verbal y escrita. Trabajar con este elemento nos permite aclarar nuestros pensamientos, dejar fluir las ideas y soñar despiertos.

Correspondencia del aire
Elementales: silfos y sílfides.
Rey elemental: Paralda.
Dirección: Este.
Colores: Amarillo.
Herramientas: Incienso, aceites, fragancias, campana, vara.
Instrumentos musicales: Todos los de viento.
Piedras: cornalina: sardónice, jaspe moteado, mica, venturina.
Metales: Aluminio y estaño.
Árboles sagrados: pino, olmo, muérdago, avellano.
Animales: Todas las aves – búhos, lechuza, águila, mariposas e insectos voladores.
Signos astrológicos: Géminis, Libra y Acuario. (Flain, Graciela. 2006)

Los cuatro elementos y sus aplicaciones pedagógicas. Por Graciel Croatto
Explica Gabriela Croatto, psicóloga de Argentina:

Tierra
 Es el mundo de la tierra y del reino mineral. Desde el punto de vista pedagógico, para conectarnos con este elemento, podemos:
-   utilizar nuestros pies para enraizarnos bien, haciendo ejercicios de caminata concientes, de ser posible descalzos
-   todo lo que se relacione con tomar contacto con el suelo: acostarse en la hierba, revolcarse en la tierra…
-   zapateo
-   bailes (rítmicos, africanos,…)
-   tocar tambores

Agua 
Otro elemento que nos lleva a nuestro interior, a las emociones, es el elemento agua. Todo lo que tenga que ver con zambullirse en corrientes de agua natural, seria lo ideal. Si no, por lo menos, se recomienda que los niños, tanto en casa o en la escuela, puedan jugar con el agua, crear sus propias fuentes de agua, tomar largos baños de tina, lavar platos y lavar ropa a mano (obviamente, estos dos últimos en pequeña cantidad y de acuerdo a su edad)…. Cuando se sientan agotados o nerviosos es bueno por lo menos lavarse las manos, ya que es una forma de que se alivien de toda molestia.

Aire
Con el elemento aire, se puede utilizar:
- la voz para cantar
- conectarnos con nuestro aire interior a través de ejercicios de respiración consciente
- juegos de “expandirnos con el viento”
- hacer ejercicios donde utilicemos las plumas de aves (siempre refiriéndonos a lo interno y a esa interconexión, porque todos vivimos en un océano de vida).

Fuego
El elemento fuego, lo ideal es que los niños estén sentados alrededor de una gran fogata, sentirse iluminados por esas llamas, sentir que los limpian, los expanden, además que les permite conectarse con el fuego del amor que está en el centro de nuestro corazón, con el sol interno y con el sol que brilla en el firmamento. También es bueno que puedan ir acostumbrándose a visualizar paulatinamente el sol y ha recibir su luz (o en su defecto con una vela) por que eso es una fuente de energía, sanación, equilibrio y armonía. (Consejos extraídos de la charla de Gabriela Croatto, cuadernos pedagógicos en video # 13).

La sacralización de lo cotidiano 
Es importante la recuperación de lo sagrado, la sacralización de lo cotidiano, nuestro hogar y la tierra (Pachamama). Es importante que los niños reconozcan las siete direcciones, que sepan desde dónde sale el sol, dónde se pone, cuáles son los cuatro caminos cardinales del hombre y las siete direcciones que completan esos caminos, dándole una dimensión cósmica. Por ejemplo, en cada aula, sería importante encontrar figuras de los animales totémicos de los animales que corresponden a estas direcciones, también sumergirse en las leyendas en las tradiciones de los pueblos originarios que tienen todo esto guardado para ofrecerlo y guardarlo en este momento.

5. Actividades, ejercicios
Los 4 elementos
- Tierra: ir a la montaña, limpiarse el “cuerpo físico” abrazando árboles, conectarse con la Tierra; hacer una ceremonia a la tierra, dejar que lo niños lo hagan.
- Agua: ir a un lugar donde haya agua y limpiar nuestro “cuerpo emocional”.
- Aire: viento, incienso, árboles y “limpiar la mente”. Ir a la cumbre de una montaña donde hay viento
- Fuego: sol, fogatas y velas. El colocarse frente a una fogata y contemplarla durante 10 minutos “limpia automáticamente el cuerpo espiritual”.

Visualización
- Hacer una visualización dirigida, nivel por nivel. Sentir cada nivel.

Canciones
- Aprender canciones indígenas a la Tierra, como el canto Lakota de los 4 elementos y las canciones de Temazcal.

Mandalas
- Elaborar o pintar un mandala con los 4 elementos.

Tótems
Los animales sirven de “detonador”.  Es un lazo energético “promotor” para establecer un puente entre el niño y los códigos que trae el animal tótem. Les proporciona la fuerza del “arquetipo”, poder, valor, conocimiento subliminal y raíces.

Geometría de los 4 cuerpos
Trabajar la Geometría de los cuerpos, en dibujo, baile, sonidos… (Según la ilustración de JeanAnn Dow al inicio del cuaderno).
- Emociones: olas, círculos, remolinos, energía circular o semi circular, que van y vienen.
- Mental: rectángulo, cuadrados, figuras con 90 grados que representa la estructura del pensamiento.
- Espiritual: triángulos.

Percibir los cuatros cuerpos de otra persona
Este ejercicio se hace de dos en dos. Pedir permiso a la otra persona para hacer el ejercicio. E intentar percibir los campos energéticos de otra persona. Ir nivel por nivel:
-          percibir el cuerpo físico: cómo esta, cansado, sano, etc… ¿Algún lugar le duele?
-          emocional, como es , de que color es, etc… qué percibes
-          percibir el cuerpo espiritual, cómo es, qué sientes, que ves
Ir cuerpo por cuerpo mentalmente, no se toca, sólo se siente a distancia con las manos. (nivel avanzado).

Percibir los cuatros cuerpos a uno mismo
Hacer una visualización. A través del corazón o del plexo, ir de cuerpo en cuerpo, como abriendo una puerta.
Imaginar un puente de luz. A la final integrar todos los cuerpos y anclarlos en mi cuerpo físico.

Rueda de los 4 elementos
Hacer un círculo en el piso. Colocar los 4 elementos (¡lo que los niños encuentren!) a los 4 puntos cardinales. Se honra cada  elemento y dan un regalo a este, acompañado de una canción propia de cada elemento. Al final los niños van a dentro, la unidad, la síntesis, el éter, el amor y se abrazan.
Sur: fuego (pirámide tetraédrica, fogata física o velas…)
Norte: tierra (granos, tierra física, flores, cristales, bonitas ramas de madera, frutas…)
Oeste: agua (agua física, algo color azul, conchas, algún objeto marino…)
Este: aire (plumas, incienso…)

Baile de los 5 elementos 
 Poner la música correspondiente y bailar convirtiéndose en el elemento:
- Agua, con movimientos de fluidez
- Tierra, con movimientos que organizan, vitalizan, estructuran (zapateando bien el piso)
- Fuego, con movimientos que purifican
- Aire, con movimientos de flexibilidad
- Más el quinto elemento, el éter, el amor, el todo; por ejemplo todos los niños hacen una gran ronda, todos juntos y luego van al centro y se abrazan.

Variante: Hacer corografía libre cerrando los ojos. ¡Este ejercicio es fantástico!

Otra variante: hacerlo con velos o papel crepé (Agua, azul; Tierra; marrón o verde; Fuego, rojo; Aire, amarillo o blanco; Éter, blanco, violeta, dorado o plateado).

Hacer celebraciones
Una celebración es a la vez: fiesta, ceremonia, procesión, ritual. En los colegios es más fácil decir “celebración” para no tener connotación espiritual o religiosa. ¡Pero que si! ¡Que les encanta a los niños!

Todas las celebraciones (por ejemplo las excelentes celebraciones descritas a nivel pedagógico en el libro Spiral Garden de Shannon Crossman – en inglés) en este sentido, permiten la síntesis, la reunión de nuestro mundo fragmentado, el re-equilibro de nuestros cuerpos, de nuestro entorno y del cosmos.

Geometría sagrada
Trabajar los sólidos platónicos en relación a su elemento y su palabra clave: Construyéndolos, bailándolos, haciendo sonidos…  (Ver cuaderno 29. Geometría sagrada modulo I).


Sólidos platónicos Elemento  ColorPalabra clave  Su fin
Tetraedro  Fuego   Rojo  Amor  Conectarse al Ser superior
Octaedro  Aire     Amarillo  Sabiduría   Revelación del propósito de vida o misión
Hexaedro o cubo  Tierra     Verde   Voluntad Equilibrio energético.Sanación
Dodecaedro  Éter o  prana Violeta   Conciencia Planetaria  Conexión con nuestro propio ADN y activación del mismo                                                                                                                   
Icosaedro   Agua   Azul Conciencia Cósmica  Expansión de la conciencia cósmica
Esfera Energ universal Naranja Dorado Conciencia Divina Experiencia de Unicidad con toda la creación



Tareas:
Buscar en nuestra región ceremonias de los 4 elementos, 5 elementos, 7 direcciones… Canciones. Bailes.
Investigar


Bibliografía
 Crossman, Shannon y otros co-autores (libro en inglés)
2002. Spiral Garden. Bloorview MacMillan. Canada.
 Dow, Jean Ann
1999. Cristales que curan. Errepar. Buenos Aires, Argentina.

tomado de Pedagogìa 3000

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