..................................Cambiando Paradigmas .... Psicóloga. Verónica D. Montes ................

domingo, 3 de junio de 2012

El cuerpo sin ataduras

Libérate de toda atadura o constricción consciente para que tu cuerpo pueda relajarse en los ritmos del universo. Mueve tu cuerpo, ejercítalo y mantenlo en movimiento”.  

A traves del trabajo corporal, desde el movimiento soltamos los bloqueos y nos conectamos a conciencia con nuestros cuerpos, despejando las ataduras mentales que le hemos impuesto.


"Nuestro cuerpo, nuestra mente , nuestras emociones, nuestra fisiología entera está cambiando a cada momento en función de la hora del día, de los ciclos de la luna, las estaciones e incluso las mareas. Nuestro cuerpo es parte del universo y, en última instancia, todo lo que sucede en el universo afecta a su fisiología. Los ritmos biológicos son una expresión de los ritmos de la Tierra en relación con todo el cosmos, y sólo cuatro de ellos (los ritmos diarios, los ritmos de las mareas, los mensuales y lunares) son la base de todos los demás ritmos de nuestro cuerpo.

La Tierra gira sobre su eje, por lo que experimentamos un ciclo de 24 horas de día y noche al que llamamos ritmo circadiano. Dicho ritmo se basa en el giro de la Tierra y, al formar parte de ella, también todo nuestro cuerpo gira siguiendo el ritmo de la Tierra. Cuando este ritmo biológico se ve interrumpido, por ejemplo, por algún viaje de larga distancia, sentimos jet-lag. También cuando nos quedamos trabajando toda una noche, aunque descansemos durante el día no nos sentimos del todo bien, ya que nuestros ritmos biológicos están desacompasados con los ritmos cósmicos.


Los ritmos de las mareas también afectan a nuestra fisiología. Estos ritmos son el resultado del efecto gravitatorio del sol, la luna y las estrellas de galaxias distantes sobre los océanos del planeta Tierra. En nuestro interior nosotros también tenemos un océano similar a los de nuestro planeta. Más del 60 por ciento de nuestro cuerpo es agua, y más del 60 por ciento de nuestro planeta es agua. Por lo tanto, experimentamos en nuestra propia fisiología las pleamares y las bajamares y los flujos y reflujos de las mareas. Cuando nos sentimos incómodos es porque nuestro cuerpo está fuera de sincronía con el cuerpo del universo. Pasar tiempo cerca del mar o en cualquier sitio natural puede ayudarnos a sincronizar nuestros ritmos con los de la naturaleza.

El ritmo lunar es un ciclo de veintiocho días que se produce como
resultado del movimiento relativo de la Tierra, el sol y la luna. Dicho ritmo es evidente considerando el crecimiento y decrecimiento de la luna. Vemos la luna llena, media luna, dejamos de verla, y el ciclo vuelve a empezar otra vez. La fertilidad humana y la menstruación son buenos ejemplos de ritmos lunares, pero hay otros muchos ciclos de veintiocho días. Cuando trabajaba como medico en una sala de urgencias, era de esperar que atendiésemos a más pacientes con determinados tipos de problemas dependiendo de la hora del día y de los ciclos de la luna

Hay otros ritmos y ciclos que oscilan cada pocos segundos, como las ondas cerebrales y electrocardiográficas, mientras que otros como los ritmos ultradianos duran desde treinta minutos a veinticuatro horas. Hay ciclos dentro de otros ciclos, alcanzándose un elevado nivel de complejidad que en su conjunto funciona al unísono como una sinfonía.
Todos esos ritmos crean la sinfonía del universo; cuerpo y mente siempre están intentando sincronizar sus ritmos con los ritmos universales.

Separar el cuerpo y la mente del resto del cosmos es no ver las cosas como son. El sistema cuerpo-mente forma parte de una inteligencia superior, es parte del cosmos, y los ritmos cósmicos generan cambios profundos en nuestra fisiología. El universo es una verdadera sinfonía de las estrellas. Y cuando nuestro cuerpo y nuestra mente están sincronizados con dicha sinfonía, todo se da espontáneamente y sin esfuerzo, y la exuberancia del universo fluye a través de nosotros en glorioso éxtasis.
Cuando los ritmos de nuestro cuerpo y mente están sincronizados con los ritmos de la naturaleza, cuando vivimos en armonía con la vida, vivimos en estado de gracia. Vivir en gracia es experimentar ese estado de conciencia en el que las cosas fluyen sin esfuerzo y nuestros deseos son satisfechos con facilidad. La gracia es mágica y sincrónica, está llena de coincidencias y es maravillosa. Es ese factor de la buena suerte.
Pero para vivir en la gracia es necesario que permitamos que la
inteligencia de la naturaleza fluya a través de nosotros sin interferir
con él.

Teóricamente, si estuviésemos totalmente alineados con el cosmos, si estuviésemos en completa armonía con sus ritmos y si tuviésemos cero estres, habría muy poca entropía en nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo no envejecería si estuviésemos completamente sincronizados con los ciclos del universo. Si su entropía no se incrementase, estaría dentro de la escala del universo, que se mide en ciclos cósmicos o eones de tiempo.
Pero nuestro sistema cuerpo-mente no está perfectamente alineado con los ritmos del universo; ¿por qué es así? Por el estrés. Ya lo ves, en cuanto tenemos un pensamiento, cualquier pensamiento, éste interfiere con la tendencia innata de los ritmos biológicos a sincronizarse con los universales.

¿Cómo interferimos con la inteligencia de la naturaleza? En términos espirituales, podemos decir que interferimos cuando nos identificamos con la imagen que tenemos de nosotros mismos y perdemos de vista a nuestro ser interior; cuando perdemos nuestra sensación de conexión con nuestra alma, nuestra fuente. En términos más comunes, podemos decir que interferimos cuando empezamos a preocuparnos, cuando empezamos a
anticipar problemas, cuando empezamos a pensar en lo que podría salir mal. Cuando intentamos controlarlo todo, cuando nos asustamos, cuando nos sentimos aislados; todas esas cosas interfieren con el flujo de la inteligencia de la naturaleza. Cada vez que sentimos resistencia, frustración, que las cosas van mal, que exigen demasiado esfuerzo, es porque estamos desconectados de nuestra fuente, el campo de la pura conciencia, que se manifiesta en la infinita diversidad del universo. El estado de miedo es el estado de separación; es resistencia hacia lo que es. Cuando no oponemos resistencia todo es espontáneo y sencillo, no exige esfuerzo.

Nuestro cuerpo nos está hablando constantemente mediante señales de comodidad e incomodidad, placer y dolor, atracción y repulsión. Cuando prestamos atención a las sutiles indicaciones de nuestras sensaciones corporales, accedemos a la inteligencia intuitiva. Dicha inteligencia es contextual, relacional, enriquecedora, holística y sabia. La inteligencia intuitiva es más detallada y precisa que cualquier otra cosa existente en el reino del pensamiento racional. La intuición no es pensamiento; es ese campo cósmico de información no localizado que nos susurra en el silencio que hay entre nuestros pensamientos. Por lo tanto, cuando hacemos caso de la inteligencia interior de nuestro cuerpo, que es el genio supremo y definitivo, nos estamos introduciendo en el universo y accediendo a una información a la que no suele tener
acceso la mayor parte de la gente.

Cuando hagamos caso de la sabiduría de nuestro cuerpo, cuando seamos conscientes de las sensaciones de nuestro cuerpo, conoceremos el cosmos entero, ya que experimentamos todo el cosmos en nuestro cuerpo en forma de sensaciones. Cuando no estamos en armonía con los ritmos universales, la señal que nos llega es de incomodidad, ya sea física, mental o emocional. Cuando fluimos en armonía con el universo, la señal que nos llega es una sensación de comodidad, de alegría, de que todo es fácil.
En realidad, esas sensaciones son la voz del espíritu, que nos habla al nivel de sentimiento más sintonizado de nuestro cuerpo. Cuando ofrezcamos a nuestro cuerpo una profunda atención, escucharemos la voz del espíritu, porque nuestro cuerpo es una bioordenador constantemente conectado con la mente cósmica. Nuestro cuerpo tiene una habilidad informática que lo capacita para reparar instantáneamente en la infinidad de detalles que crean cada acontecimiento de nuestra vida.

Sabiendo todo esto, ¿por qué no tratas a tu cuerpo con respeto y lo cuidas? Cuida de él con amorosa atención. Aliméntalo con comida
saludable y agua fresca. Aliméntalo con la frescura de la tierra y con los colores del arco iris que la tierra ofrece en forma de frutas y vegetales. Bebe intensamente las aguas de la Tierra para que ellas
puedan abrir las líneas de comunicación e inteligencia que corren a
través de tus tejidos y de tu torrente sanguíneo. Respira profundamente para que tus pulmones se expandan por completo con el aire.

Libérate de toda atadura o constricción consciente para que tu cuerpo pueda relajarse en los ritmos del universo. Mueve tu cuerpo, ejercítalo y mantenlo en movimiento. Comprométete a mantenerlo libre de toxinas, tanto físicas como emocionales. No lo contamines con bebidas o alimentos muertos, químicos tóxicos, relaciones o emociones tóxicas en forma de ira, miedo o culpa. Asegúrate de alimentar tus relaciones saludables y no albergues rencores ni resentimientos. La salud de cada célula
contribuye directamente a tu estado de bienestar, ya que cada célula es un punto de conciencia en el campo de conciencia que tú eres.

Cuerpo y mente son la danza del universo y, cuanto más bailen con el universo, más alegría, vitalidad, energía, creatividad, sincronicidad y armonía experimentarás. Puedes permanecer sintonizado a tu cuerpo siendo consciente de cómo bailas con el universo. Si prestas atención a los ritmos y ciclos de tu cuerpo y mente y te familiarizas un poco con los ritmos cósmicos, verás cómo puedes sincronizar los ritmos de tu cuerpo con los
del universo. No tienes que ser ningún experto, simplemente presta un poco de atención a esto. Observa cómo te sientes en diferentes momentos del día y del mes dependiendo del ciclo lunar. Mira al cielo y fíjate en los ciclos de la luna. Si lees el diario, mira los horarios de la pleamar y la bajamar. Siente tu cuerpo y observa cómo se relaciona con cada estación. Entiende que estos ritmos pueden ayudarte de verdad; la siguiente información es lo único que debes recordar.

Entre las seis y las diez de la mañana y las seis y las diez de la noche es cuando tu cuerpo está hipometabolico, en su fase de metabolismo más baja. Intenta pasar un rato en silencio en torno a las seis de la mañana y de la tarde. Lo Ideal sería meditar al inicio de esta fase y hacer ejercicio en la mitad de ella, especialmente si lo haces para perder peso.

Entre las diez de la mañana y las dos de la tarde es cuando el fuego
metabólico se encuentra al máximo. Es el momento de hacer la comida principal porque tu cuerpo metabolizará mucho mejor la comida. Entre las dos y las seis de la tarde es un buen momento para estar activos, aprender nuevas actividades mentales o emprender actividades físicas.
Entre las dos y las seis de la mañana es buen momento para soñar.

Alrededor de las seis de la tarde, preferiblemente antes de la puesta
del sol, es un buen momento para cenar. Es mejor cenar algo ligero y dejar al menos dos o tres horas de intervalo entre la cena y el sueño.
Por lo tanto, intenta acostarte hacia las diez o diez y media de la
noche y tendrás un descanso ideal con grandiosos sueños.

Estas son recomendaciones muy básicas pero, una vez que empezamos a sintonizar nuestros ritmos con los ritmos cósmicos, el cuerpo se siente bastante diferente. Se siente vital; no se cansa. Subjetivamente nos sentimos más enérgicos. Empezamos a experimentar ese estado de conciencia en el que todas las cosas de nuestra vida fluyen con facilidad. Una salud vibrante no es solo la ausencia de enfermedad; es esa alegría que debería estar en nuestro interior todo el tiempo. Es un estado de bienestar positivo no solo físico sino emocional, psicológico y, en última instancia, incluso espiritual. La tecnología no va a hacernos más sanos. Lo que va a hacernos más sanos es que estemos alineados con las fuerzas del universo, que sintamos que nuestro cuerpo es parte del cuerpo de la naturaleza, comulgar con ella y con nuestra alma pasando tiempo en soledad y silencio.

El poeta hindú Rabindranath Tagore resume el milagro de la vida de una manera más hermosa de lo que la ciencia puede hacerlo. Dice:
 "La misma marea de la vida que corre por mis venas día y noche corre por el mundo y baila con métrica cadenciosa. Es la misma vida que se dispara con alegría por el polvo de la tierra en innumerables briznas de hierba, rompiendo en olas tumultuosas de hojas y flores. Es la misma vida a la que mece el mar, cuna de nacimiento y muerte, en su flujo y reflujo.
Siento que la caricia de este mundo de vida hace gloriosos a mis miembros. Y mi orgullo viene del latido de eras que baila en este momento en mi sangre".

Los mares y ríos de esta biosfera son la sangre de la vida que circula por nuestro corazón y nuestro cuerpo. El aire es el aliento sagrado de vida que da energía a cada célula de nuestro cuerpo, a fin de que sea posible vivir, respirar y participar en la danza del cosmos. Tener la experiencia de "el latido vital de eras que baila en este momento en nuestra sangre" es vivir la alegría, la conexión con el cosmos. Esta es la experiencia sanadora; es la experiencia de estar completo. Y estar completo es vivir en la gracia." de Bailando con el Universo de Deepak Chopra




Arte.. educacion.. y salud


 El ArteTerapia es un método terapéutico, basado en el trabajo con diferentes artes, como la pintura, collage, fotografía, escultura, las marionetas, la danza, la música, relajaciones, visualizaciones, representaciones dramáticas, escritura creativa, poesía, escenificación de cuentos, trabajo con la voz, el sonido, etc. ...


Se respetan el grado de implicación, ritmo y forma de hacer de cada uno, sin juicios, ni rigideces –ya que lo que se pide es entrar en juego, y no se pide saber pintar, bailar o hacer teatro-, en las sesiones no hay nada mal hecho, todo se acepta como único y valioso por sí mismo, por encima de buscar el resultado estético o supuestamente aceptado.

Lo interesante no es en sí la obra final, tanto si es un dibujo o una pieza de barro, sino el proceso que vive la persona que lo ejecuta mientras hace aquello que se le propone.


El ArteTerapia propicia la actitud de auto-observación, de escucha activa, de reflexión, de conocimiento de uno mismo y de los otros, a través de la interrelación con los diferentes lenguajes artísticos.

Con una buena guía arte-terapéutica, se puede hacer un proceso de creación-transformación a nivel simbólico, donde podamos SER sin etiquetas, aceptarnos tal y como somos y descubrir y o potenciar cualidades innatas en nosotros.




Metodología:
 El ArteTerapia utiliza primeramente las aptitudes creativas naturales del alumno-paciente, para convertirlo en protagonista de su propia obra que a su vez se transforma en una libre proyección personal de sus emociones, vivencias, sueños recurrentes, anhelos, temores, preocupaciones, dificultades y conflictos, todo lo cual, debidamente dirigido por la arteterapeuta, conducirá a un alivio de los síntomas y recuperación del bienestar.


Las sesiones constan habitualmente de tres partes:


- Desbloqueo creativo.

- Propuesta artística y su desarrollo plástico.

- Puesta en común de tipo verbal entre los participantes y el arte-terapeuta.




BENEFICIOS del Arte Terapia:

* Facilita la articulación verbal de los conflictos, sensaciones y sentimientos a través de la exploración artística.

* Ayuda a encontrar otras formas de comunicación con uno mismo y con los demás.


* Propicia un proceso de creación-transformación, en el cual se establece las condiciones idóneas para desarrollar el potencial creativo y auto-curativo que está en cada uno de nosotros.


* Entregándonos al juego, aprenderemos a escucharnos, a observarnos, y haremos un recorrido simbólico por nuestro interior.


* Prima lo autentico de uno mismo a lo estético, sea lo que sea, sin juzgar, no existen calificativos de si es bonito o feo, todo se acepta para ser observado con una mirada neutral, respetando la libre expresión.


* Resolución de emociones, mejora el estado anímico y fortalece la autoestima.
 
* Despierta las facultades del hemisferio derecho de nuestro cerebro.


Arteterapia en Niños:

Aprender a manejar las emociones: A través de imágenes metafóricas y simbólicas los niños pueden expresar las emociones que por mucho tiempo han aprendido o han sido obligados a esconder.

Para los menores agresivos, la expresión artística puede ser una válvula de seguridad para conflictos internalizados, y pueden canalizar sentimientos agresivos de modo que no se dañen ellos o a otros.
 
Permitir al menor ser niño: Muchos niños utilizan el arte como medio de comunicación. Conjuntamente, la creación artística está muy ligada con el juego y sus características mencionadas anteriormente.
 
Manejar el estrés: La expresión artística puede convertirse en supresor tanto de estrés como de los recuerdos dolorosos, del enojo, la culpa, el miedo y la confusión. La contención simbólica de imágenes, ya sea en papel greda o construcciones, entrega espacios seguros fuera del yo en que el estrés internalizado puede ser depositado exteriormente en la creación artística. Dentro de estos espacios, al menos simbólicamente, pueden controlar los elementos que los estresan. Este control interno les servirá para manejar el estrés en un futuro.
 
Manejo de la autoimagen: El menor debe ser motivado a ser un individuo y a desarrollar una imagen positiva de sí mismos. Trabajando las tres áreas anteriormente mencionadas es posible que la autoimagen vaya cambiando. Asistir al menor en expresión personal, comunicación, manejo y alivio del estrés contribuyen a elevar una visión positiva de sí.



«Salud mental: El sujeto sano, en la medida en que aprehende el objeto y lo transforma, se modifica también a sí mismo, entrando en un interjuego dialéctico, en el que la síntesis que resuelve una situación dilemática se transforma en el punto inicial o tesis de otra antinomia, que deberá ser resuelta en este continuo proceso en espiral. La salud mental consiste en este proceso, en que se realiza un aprendizaje de la realidad a través del enfrentamiento, manejo y solución integradora de los conflictos.»

«Crear es asumir un riesgo: enfrentar la duda y darle lugar a la pregunta y al encuentro con una sorpresa o respuesta que no preveíamos. Es un motor de cambio propio y externo a uno.»

Eduardo Pavlosky medico psiquiatra, psicodramatista y actor, en su libro Espacio y Creatividad planteaba: «No se puede jugar a medias. Si se juega, se juega a fondo. Para jugar bien hay que apasionarse, para apasionarse hay que salir del mundo de lo concreto. Salir del mundo de lo concreto es introducirse en el mundo de la locura. Del mundo de la locura hay que aprender a entrar y salir; sin introducirse en la locura no hay creatividad, sin creatividad uno se burocratiza, se torna hombre concreto. Repite palabras de otro.».


«Aquello que escogemos enseñar y la forma de evaluar reflejan lo que juzgamos importante en nuestra sociedad y en nuestra vida humana».