los niños del tercer milenio desde la cosmovision andina

Entrevista a un hermano de un Ayllu de Chile

¿Por qué están llegando estos niños tan diferentes?

Porque el tiempo ha llegado, el tiempo de que la sabiduría hecha piedra se active, despierte del sueño en el que estaba. Después de la muerte de Atahuallpa, las Amautas y los Amautas decidieron petrificar la sabiduría, dormirla, ponerla en un estado pasivo. También ellos y ellas decidieron convertirse en piedras, momificarse; para esto se retiraron a las montañas donde dejaron impresa su sabiduría en el espíritu de la tierra, de las rocas, de las quebradas, de las montañas, ya sean estos Aymaras o Quechuas. Al vivir en las montañas impregnaron de su sentimiento, de su vivencia el lugar físico, para que llegado el momento, llegado el tiempo, se active dicha sabiduría-energía.

¿Qué relación hay con los conocimientos de los Inkas?

El tiempo será cuando el Inka retorne y justamente hoy es ese tiempo de retorno del Inka, pero deberíamos preguntarnos ¿Qué significa Inka? Esto para comprender mejor este tiempo y la profecía: “Volveré y seré millones”. En sus inicios, los Inkas fueron una escuela o un proyecto de vida donde se alcanzaba y se mantenía a la persona o al niño en su estado natural de unidad o de totalidad con la madre Tierra, una escuela donde expresaba la totalidad que uno es, en su diferencia-semejanza, diferente sólo en la manifestación externa, pero semejante en su estructura interna y por consiguiente a la Pacha o Totalidad misma. Por eso llevaron el nombre de Inka. En Runasimi (lengua quechua o lengua de la gente) “Yo Soy” se dice Ñoqhan Kani. Entonces este proyecto adopta el KANI que al revés sería INKA, con la significación a la vez de SOY y de NO SOY, es decir, seres sin traza de ego, con la renunciación de lo mío por lo nuestro, dejando a un lado la individualidad por el bienestar de la comunidad o Ayllu. Por eso, el retorno del Inka es el nacimiento de seres no separados sino, unificados con la totalidad que es la Pacha misma.

¿Qué significa el despertar de la sabiduría petrificada?

Todos por herencia tenemos la sabiduría petrificada, es por eso que tenemos que buscar la forma de despertarla. Nuestras sabias y nuestros sabios dejaron codificado en nuestros genes el sentimiento de la Totalidad, de la Unidad. Y no sólo las Abuelitas y Abuelitos de nuestra cultura, sino de todas las culturas; ellos y ellas son los depositarios de nuestra cultura: La Cultura de la Unidad. Por eso también se habla de Pachakutik, de la vuelta a los Orí-Genes, a Oir a nuestros Genes, para volver a ser lo que éramos.

¿Qué éramos?

Pues simplemente la Totalidad, la Unidad. Por eso, para que se dé el Pachakutik externo, primero debe darse el Pachakutik interno, el volver a nosotros mismos, el entrar en nosotros para leer, oir la sabiduría dejada en nuestros genes por nuestras Sabias y Sabios y los INKAS de la que la profecía habla, ser la Unidad en la Diversidad.

¿Lo que necesitan los niños?

La educación somos nosotros, pues somos los primeros referentes de nuestros hijos, los primeros ejemplos a imitar y seguir. Pero tenemos en general estructuras construidas en base a la educación impuesta y no sentida por los educadores que no hayan podido vivir en unidad con la Pacha, con la Totalidad.

El punto es Re-Educar a los adultos para Re-Conocernos con nuestro Ser Total. Ellos ya nacen con sus códigos más activos, más despiertos, o sea en proceso de despetrificación. Nosotros somos los petrificados, los momificados, que necesitamos las guías y los medios para dar el salto hacia la fluidez de la Pacha, Totalidad o Unidad. Por eso es necesario dejar lo antiguo, lo viejo, lo obsoleto, es decir, desaprender, desactivar, para Re-activar, para Re-evolucionar, para hacer que caiga el velo de la

ignorancia y empaparnos de nuestra sabiduría. Quién sabe ese es el papel silencioso de nuestros hijos, el enseñarnos a Despertar y Activar nuestro saber-sentimiento para así fluir hacia la Pacha misma.

¿Algunas recomendaciones?

Las recomendaciones serían en interesarnos más en recuperar lo perdido, en ser mejores cada uno como padres para disfrutar del milagro de nuestros hijos. No podemos dar aquello que no tenemos. Entonces, es importante trabajar sobre nuestra disciplina, en nuestro comportamiento, en nuestro lenguaje, en nuestro sentimiento, en nuestra vida. Que lo que pensemos sea lo que hablemos y así como hablamos sea nuestro obrar para que haya una unidad en nuestras vidas, esa preparación es el compromiso más grande y fuerte que podemos hacer por nuestros hijos, y no simplemente limitarnos a buscar técnicas nuevas y especiales. Que se les dé una educación a los pequeños, en base a la transformación, como Runas (hombres en quechua) o Jaquis (hombre en aymara) y Warmis (mujeres en aymara) de verdad, las simientes y los cimientos del GRAN PACHAKUTIK.

¿Para los padres?

Por favor, seguir con la revista ya que hace que nos inunde la paz, el equilibrio y la esperanza de la transformación y nos empuja a trabajar más por nuestros niños. Sería interesante ver la manera de que vayas sacando en los boletines pautas para la preparación de los padres, pues hay mucho por aprender en los padres, por interiorizar. Por eso es que los niños se bloquean o los bloquean. Siento que tenemos que prepararnos para estos nuevos niños.

(1) El Ayllu se refiere a mi familia, y a los hermanos y hermanas que están llegando o llegarán para enriquecer esta pequeña comunidad que ya sea físicamente o en la distancia nos nutre y compromete para que cada instante demos lo mejor que tenemos reunidos en un sólo corazón.

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