La alimentación del niño en la edad escolar, mirada antroposófica
( de Escuela Waldorf Cuarto Creciente.. cuartocreciente.edu.ar )
El niño que llega a la edad de aprendizaje escolar está más solicitado por sus órganos nerviosos y sentidos. Debe recibir una alimentación rica en raíces como zanahoria, remolacha, nabo, rabanito y ciertas nueces (especialmente avellanas).En la edad escolar podemos diferenciar a los niños, de acuerdo con su temperamento, en cuatro tipos fundamentales:
1- El niño colérico – fogoso, fuerte y dominador, osado y hasta agresivo, de andar fuerte y acompasado, que reacciona a las oposiciones y es autosuficiente. Para esos niños la alimentación rica en hojas y tallos es importante; no se le debe dar avena y sí centeno y frutas. También raíces y de preferencia crudas: zanahoria, apio y nabo. Deberán recibir carne y legumbres (arvejas, porotos, lentejas) en poca cantidad.
2- El niño sanguíneo – leve, aéreo, “burbujeante”, distraído, despierto y activo, en general sin paciencia para comer. Esos niños deberán recibir trigo, centeno, harinas, nueces y así mismo carne para que se vuelvan más ligados a la tierra. Los dulces deben ser evitados. Las sustancias amargas son adecuadas.
3- El niño flemático – El niño es indolente, lento, pausado, muchas veces linfático, alegre y satisfecho de sí y de la vida, y tienen mucho interés por la comida. Para esos niños reducimos los hidratos de carbono y las grasas. Los condimentos para ellos deben ser estimulantes. La leche no es muy recomendada pero cuando se le da, debe ser acidificada. Las frutas ácidas y el limón son muy indicados; vegetales principalmente raíces y frutas (menos banana y palta). De los cereales podemos dar avena y arroz sazonado con curry principalmente.
4- El niño melancólico – Terrestre, muy vuelto para sí, de aspecto precoz, pálido y triste, con dificultad de comunicación “sufridor” y soñador. La alimentación de ese niño deberá constar de frutos dulces, miel, cereales (usar bastante avena y cebada), vegetales de hojas, frutos y flores, condimentos, un poco de carne blanca, dieta mixta y estimulante. Una alimentación pesada no le hará bien.
Si el temperamento es muy unilateral, podemos ayudar a equilibrarlo a través de la alimentación.
En la edad escolar debemos principalmente tener en cuenta el ritmo de la alimentación, pues en el segundo septenio (de los 7 a los 14 años) todo se arraiga profundamente en el ser, tanto las buenas como las malas costumbres alimentarias.
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