..................................Cambiando Paradigmas .... Psicóloga. Verónica D. Montes ................

lunes, 14 de enero de 2013

La alimentación del niño en la edad escolar, mirada antroposófica

 

La alimentación del niño en la edad escolar, mirada antroposófica 

( de Escuela Waldorf Cuarto Creciente.. cuartocreciente.edu.ar )

El niño que llega a la edad de aprendizaje escolar está más solicitado por sus órganos nerviosos y sentidos. Debe recibir una alimentación rica en raíces como zanahoria, remolacha, nabo, rabanito y ciertas nueces (especialmente avellanas). 

En la edad escolar podemos diferenciar a los niños, de acuerdo con su temperamento, en cuatro tipos fundamentales: 

1- El niño colérico – fogoso, fuerte y dominador, osado y hasta agresivo, de andar fuerte y acompasado, que reacciona a las oposiciones y es autosuficiente. Para esos niños la alimentación rica en hojas y tallos es importante; no se le debe dar avena y sí centeno y frutas. También raíces y de preferencia crudas: zanahoria, apio y nabo. Deberán recibir carne y legumbres (arvejas, porotos, lentejas) en poca cantidad. 

2- El niño sanguíneo – leve, aéreo, “burbujeante”, distraído, despierto y activo, en general sin paciencia para comer. Esos niños deberán recibir trigo, centeno, harinas, nueces y así mismo carne para que se vuelvan más ligados a la tierra. Los dulces deben ser evitados. Las sustancias amargas son adecuadas. 
 
3- El niño flemático – El niño es indolente, lento, pausado, muchas veces linfático, alegre y satisfecho de sí y de la vida, y tienen mucho interés por la comida. Para esos niños reducimos los hidratos de carbono y las grasas. Los condimentos para ellos deben ser estimulantes. La leche no es muy recomendada pero cuando se le da, debe ser acidificada. Las frutas ácidas y el limón son muy indicados; vegetales principalmente raíces y frutas (menos banana y palta). De los cereales podemos dar avena y arroz sazonado con curry principalmente. 

4- El niño melancólico – Terrestre, muy vuelto para sí, de aspecto precoz, pálido y triste, con dificultad de comunicación “sufridor” y soñador. La alimentación de ese niño deberá constar de frutos dulces, miel, cereales (usar bastante avena y cebada), vegetales de hojas, frutos y flores, condimentos, un poco de carne blanca, dieta mixta y estimulante. Una alimentación pesada no le hará bien. 

Si el temperamento es muy unilateral, podemos ayudar a equilibrarlo a través de la alimentación. 
En la edad escolar debemos principalmente tener en cuenta el ritmo de la alimentación, pues en el segundo septenio (de los 7 a los 14 años) todo se arraiga profundamente en el ser, tanto las buenas como las malas costumbres alimentarias.

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